miércoles, 5 de diciembre de 2007

El déficit demográfico europeo: ¿una sociedad en extinción?

En este artículo, tomado de la página web del Parlamento europeo, se dan algunas claves para contrarrestar el problema. En mi opinión resultan un poco pobres y se quedan en la superficie del asunto. Pienso que la solución pasa por la formación de la persona, y en el valor que la mujer representa como constructora de la familia. Apoyar a la mujer, en consecuencia se apoya a la familia, y redunda en el apoyo a la sociedad.
La ampliación de la UE a nuevos países y su crecimiento económico estable confirman su posición internacional; es un remanso de prosperidad en un mundo turbulento. Casi nadie debate ya su déficit democrático, pero otro fantasma inquieta a Europa: el déficit demográfico. El historiador británico Arnold J. Toynbee cree que "las civilizaciones se suicidan, no son asesinadas"; y la población de la UE está en declive.
¿Cuáles pueden ser las consecuencias? Una pregunta crucial para la Eurocámara.
Hace un siglo, la población europea constituía el quince por ciento del total mundial, pero esta proporción se dividirá por tres para el año 2050. El declive de Europa contrasta con el ritmo ascendente de los países en vías de desarrollo que suponen el 95 por ciento del crecimiento de la población del globo. Los efectivos mundiales eran en 1950 de 2.500 millones de habitantes; en la actualidad se sitúan en los 6.600 millones y, según las últimas estimaciones, en el año 2050 alcanzarán los 9.100 millones.
Adiós al "baby boom"
Las mujeres de la Unión Europea (UE) tienen una media de 1,52 hijos cada una. Esta cifra se sitúa por debajo del umbral necesario para el reemplazo generacional (2,1 hijos por mujer) y afecta al crecimiento negativo de la población (se registran más muertes que nacimientos). El declive de la fertilidad se produjo después del llamado "baby boom" que siguió al fin de la Segunda Guerra Mundial. En la actualidad, los niños del "baby boom" están alcanzando la edad de jubilación. Por lo tanto, la proporción de personas cuya pensión dependerá de un número cada vez más reducido de cotizantes a la Seguridad Social aumentará considerablemente en los próximos años. El Comisario de Empleo y Asuntos Sociales, Vladimír Špidla, declaró después de que viese la luz la comunicación de la Comisión sobre demografía en octubre de 2006 que "en la actualidad, hay cuatro personas en edad de trabajar por cada pensionista", por lo que "en 2050, esta proporción quedará reducida a la mitad: dos trabajadores por cada jubilado", agregó.
Club de ancianos en el año 2050
En el año 2004 la media de edad de los ciudadanos europeos era de 39 años. Esta cifra podría aumentar hasta los 49 en el año 2050, cuando se estima que más de uno de cada diez europeos rondará los ochenta años (11,4 por ciento). Además, la esperanza de vida se incrementará, según las previsiones actuales, hasta seis años para los hombres y cinco para las mujeres (en 2004, la media masculina era de 75,6 años; y para las mujeres, de 81,7). Éste es el resultado de las mejoras económicas, sociales y médicas que han hecho posible que los europeos puedan vivir más años con confort y seguridad. El envejecimiento de la población supone un mayor gasto en el sistema sanitario, origina nuevos problemas en la financiación de la Seguridad Social y pone en peligro la pervivencia del sistema de pensiones. Los cambios en la estructura demográfica también amenazan el dinamismo económico, la creatividad y la innovación, y pueden conllevar una disminución del potencial de crecimiento del Producto Interior Bruto de la UE de hasta un 1,2 por ciento entre los años 2031 y 2050; la pérdida de competitividad y la disminución del crecimiento serán más significativas si se comparan con las regiones del mundo que experimentan un aumento sustancial de su población.
Posibles remedios: pros y contras
Una de las posibles soluciones para este déficit demográfico podría ser la inmigración, pero hay que tener en cuenta que los inmigrantes también envejecerán y reclamarán sus derechos en el sistema de Seguridad Social. Mientras, los niveles de inmigración se están convirtiendo en un tema problemático.
Otra opción sería atrasar la edad de jubilación buscando un aumento de productividad; pero esto podría no ser aceptado por los europeos, que aspiran a tener más tiempo libre.
También podrían aplicarse nuevas políticas de natalidad, pero se podría argumentar que esto afectaría a la igualdad entre sexos en cuanto al acceso al mercado laboral; como puede verse, los desafíos que plantea la crisis demográfica no son en absoluto sencillos.
¿Qué hace la Eurocámara?
El Parlamento Europeo (PE) ha adoptado varios informes sobre el envejecimiento de la población y los necesarios ajustes que deberán introducirse en la sociedad, como los relativos a aprendizaje permanente, movimientos migratorios, legislación sobre el mercado laboral... Entre los informes adoptados por la Eurocámara, se incluyen: La comisión de Empleo y Asuntos Sociales del PE está trabajando en un informe sobre el futuro demográfico de Europa a cargo de la socialista francesa Françoise Castex, mientras que la comisión parlamentaria de Industria ha presentado otro sobre la mejora de la calidad de vida de las personas mayores a través del uso de nuevas tecnologías de la comunicación y la información, redactado por la socialista británica Neena Gill y que será sometido a votación por la comisión el 19 de diciembre. Además, en febrero del año 2006 la comisión de Empleo y Asuntos Sociales adoptó un informe sobre los desafíos demográficos y la solidaridad entre generaciones realizado por el británico Philip Bushill- Matthews, del Partido Popular Europeo, y el pasado mes de septiembre, la comisión de Libertades Civiles adoptó un informe sobre migración legal realizado por la socialista italiana Lilli Gruber que prevé que los inmigrantes cualificados puedan trabajar y vivir en la UE gracias a una "tarjeta azul" para inmigrantes cualificados.

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