lunes, 5 de noviembre de 2007

Identidad femenina


MUJER SIN LÍMITE: No pierdas tu identidadMaría MarínEspecial para Vida y Estilo05 de noviembre de 2007Mi cita con la diseñadora de mi página web, Denise, terminó convirtiéndose en una sesión de consejería prematrimonial.
Ella y su novio tocaron los temas importantes antes de fijar la fecha: finanzas, cuántos hijos quieren, dónde van a vivir y cómo apellidarse.
Resulta que Denise es hija única y su apellido, Lapetina, es muy particular. Le preocupa que al casarse se extinga, por eso, no desea adoptar el apellido de él, porque piensa que perdería su identidad.
Ella está establecida en su carrera y piensa que un cambio le pueda afectar.
Le propuso a su prometido algo poco usual: "Quiero que nuestros futuros hijos se apelliden Lapetina, para preservar mi línea familiar".
Muchas al casarse, además de perder su apellido, se alejan de sus amigas, abandonan sus pasatiempos y se olvidan de sus sueños para sumergirse en la vida de su pareja.
Las relaciones exitosas son equitativas, donde todos los puntos de vista son escuchados y considerados.
En las relaciones sentimentales hay que negociar, como dice mi papá: hay que saber cuándo agarrar y cuándo soltar. Las mujeres somos más dadas a ceder, queremos complacer y facilitar las cosas.
Ceder no está mal, siempre que no seas tú la única en hacerlo.
El matrimonio requiere esfuerzo y sacrificio.
Habrá muchas veces que tendrás que ceder, siempre y cuando él ceda también. No puedes perder tu identidad en una relación, tus necesidades y metas tienen que ser expresadas y respetadas.
Recuerdo cuando conocí a mi esposo, él me introdujo a la pesca, su pasatiempo favorito.
Aunque a mí me aburre este deporte, de vez en cuando lo acompaño. A cambio, él me acompaña a ir de compras, algo que odia más de lo que yo detesto la pesca.
Al encontrar un punto medio aprendimos a celebrar nuestras diferencias y a mantener nuestras identidades intactas.
Él se nutre de mis experiencias y gustos distintos y yo de los suyos.
¿Consideras tus exigencias importantes y le das prioridad a tus necesidades en tu relación?
Si tu respuesta es afirmativa, entonces no has perdido ni perderás tu identidad en tu matrimonio, no importa que cambies tu nombre entero.
Denise decidió que socialmente no le importará ser la señora Pérez, pero su firma conservará su nombre paterno, seguido del de su futuro esposo: Denise Lapetina Pérez.
En el caso de los futuros hijos, su novio no estuvo de acuerdo con que los niños llevaran el nombre de ella primero, pero concedió a que los chiquillos tengan ambos apellidos unidos con un guión: Pérez-Lapetina.
¡Así ambos están representados!

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