lunes, 23 de marzo de 2009
Jornadas laborales más cortas para fomentar la natalidad
(EFE, 2009-03-22)
La crisis trae a Japón recortes de producción y jornadas laborales más cortas, lo que algunas empresas ven como una oportunidad para fomentar los nacimientos en un país envejecido, donde las mujeres tienen una media de 1,3 hijos. La segunda economía del mundo es deficitaria en nacimientos y excesiva en carga laboral, con casi el 11 por ciento de la población activa asumiendo horarios de hasta doce horas de trabajo al día, lo que no facilita el crecimiento de la población.
La mayor federación empresarial de Japón, Keidanren, cree que las empresas deben liberar a sus trabajadores de largas jornadas que les impiden pasar más tiempo con sus familias y algunas compañías tienen ya programas para fomentar este principio.
“Hemos propuesto a todas las empresas miembro que el tercer miércoles del mes de noviembre fuera nombrado como Día de la Familia”, con el fin de que en esa jornada se excluya el trabajo extra, explicó un portavoz de la patronal, que agrupa a 3.000 empresas.
“Irse rápido a casa”
Dieciocho grandes compañías japonesas, entre ellas Canon, han participado de esa iniciativa. Ese gigante de la electrónica ha incorporado a todas sus fábricas de Japón el concepto de “irse rápido a casa” (Go Home Quickly, GHQ), al menos una vez por semana, para conceder tiempo libre a los trabajadores, que así podrán tener más hijos.
“Ello permite que los empleados disfruten de una vida fuera de la oficina, aunque durante períodos de mucho crecimiento económico se hizo difícil reducir la sobrecarga de trabajo”, dijo un portavoz de esa empresa. Daiwa Securities permite a las mujeres con hijos reducir su jornada laboral diaria una hora hasta que el niño cumple tres años, más tiempo del estipulado por ley en Japón, que cubre sólo hasta las ocho semanas del niño.
Esa compañía es pionera en campañas como la que en 2007 trató de educar a sus empleados para que acabaran su jornada antes de las siete de la tarde, algo poco habitual en este país. Un empleado nipón asume que nunca se marchará antes que su compañero y que trabajará más de lo que le pidan, sobredosis laboral que acaba pesando sobre el índice de natalidad de Japón, de las más bajas del mundo (en 2007 nacieron sólo 1,09 millones de niños).
A la baja natalidad, una amenaza para el futuro sistema de las pensiones, se suma a la larga expectativa de vida de la población, a su vez una de las más elevadas del planeta. El Gobierno nipón, que tiene un Ministerio encargado de fomentar la natalidad, prevé que la población japonesa, 127 millones de personas en 2008, se contraerá en 2055 hasta los 90 millones, con una media de edad de 55 años. Entre 2006 y 2030, la fuerza laboral decrecerá en once millones de trabajadores, hasta 55,84 millones, según estima el último Libro Blanco sobre la caída demográfica.
El Gobierno japonés cree que la tasa de natalidad debería acercarse a los dos hijos por mujer para que Japón pueda competir en el futuro frente a economías emergentes como China, la India o Singapur. El primer ministro nipón, Taro Aso, anunció durante un discurso en la Dieta (Parlamento japonés) en enero que el Gobierno aumentaría el número de guarderías para albergar a 150.000 niños más en el año 2010.
El cansancio, el principal motivo
Un estudio del Ministerio de Sanidad reveló en noviembre que el 36,5 por ciento de las parejas japonesas no mantiene relaciones sexuales y señalaba “el cansancio provocado por el trabajo” como principal motivo. Los ciudadanos desean “casarse, tener hijos y continuar trabajando, pero no consiguen cumplirlo”, asegura ese Ministerio.
La preocupación del Ejecutivo japonés y de las grandes compañías niponas ha llevado a elaborar un proyecto de ley que establece facilidades para compaginar el cuidado de los hijos con el trabajo. El proyecto, pendiente de aprobación, plantea exigir a las empresas con más de cien trabajadores que formulen planes para conciliar la vida laboral y personal.
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