jueves, 31 de enero de 2008

Congreso mundial en el Vaticano sobre la mujer



CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 31 enero 2008 (ZENIT.org).- Ya se ha publicado el programa del congreso que la Santa Sede organiza sobre la mujer dedicado a conmemorar los veinte años de la carta apostólica «Mulieris dignitatem» de Juan Pablo II.

El congreso, titulado «Mujer y varón, la totalidad del humanum», tendrá lugar en Roma del 7 al 9 de febrero.

El congreso, afirma a Zenit Rocío Figueroa, responsable del sector mujer del Consejo Pontificio para los Laicos (www.laici.org), quiere «realizar una auténtica promoción de la mujer» y se va a hacer «comprendiendo lo femenino a partir de una antropología que recupere el valor de la persona y ponga de relieve la relacionalidad entre femenino y masculino».

La primera jornada del Congreso estará dedicada a una visión histórica de la presencia de la mujer en la Iglesia.

En un primer momento, después de que el cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Toledo y primado de España, haga un balance de los veinte años transcurridos desde la «Mulieris dignitatem», Hanna Barbara Gerl-Falkovitz, catedrática de Filosofía de las Religiones y de Ciencia de la Religión comparada en la Universidad Técnica de Dresde, reflexionará sobre el nexo y la continuidad entre la actitud de Cristo hacia las mujeres con la de la comunidad cristiana primitiva.

«Hoy somos testigos de cómo la historiografía está realizando una revisión metodológica de su objeto y su método con el fin de captar una visión más universal y unitaria del peregrinar humano», explica Figueroa.

El Congreso, a través de un panel que se dedicará al cristianismo y la promoción de la mujer, buscará analizar tanto «el aporte que mujeres concretas han dado a la Iglesia y al mundo» como «la contribución del cristianismo en la promoción de la mujer», añade este laica del Pontificio Consejo para los Laicos.

Antonia Bel Bravo, española y catedrática de historia moderna; Angela Ales Bello, catedrática de filosofía en la universidad lateranense; y Jack Scarisbrick, inglés, catedrático de historia en la Universidad de Warwick, mostrarán cómo la historia de la Iglesia, con su pléyade de mártires, santas, doctoras, educadoras, fundadoras, ayuda a comprender el verdadero sentido teleológico de la historia humana.

El panel contará también con la presencia de Grazia Loparco, catedrática de historia de la Iglesia en la Facultad de Pedagogía Auxilium en Roma y Carlota Rava, argentina, catedrática de teología espiritual en la Universidad Lateranense.

El aporte teológico y antropológico que diera Juan Pablo II en la «Mulieris dignitatem» se desarrollará en dos conferencias. La primera dedicada a los relatos de la creación y a la relación entre persona, naturaleza y cultura será dada por Blanca Castilla de Cortázar, española y doctora en filosofía y teología, especialista en temas de mujer.

La segunda ponencia buscará ahondar en la relación entre hombre y mujer con el título «Mujer y hombre: creados el uno para el otro». Esta conferencia estará a cargo de Atilio Danese y Giulia di Nicola, ambos italianos y docentes de antropología y sociología respectivamente.

Frente al desafío de aplicar las profundas intuiciones de Juan Pablo II, se dedicará un panel para afrontar los «Problemas y tendencias culturales contemporáneas», donde se contará con la presencia de Janne Haaland Matlary, antigua ministra de Relaciones Exteriores en Noruega y catedrática en la Universidad de Oslo, que reflexionará en torno a la mujer en el mundo del trabajo.

Paola Bignardi, antigua presidente de la Acción Católica Italiana y actualmente coordinadora del Forum Internacional de la Acción Católica, abarcará el tema de la misión de la mujer y su presencia y responsabilidad en la Iglesia y en el mundo.

Rocío Figueroa avanza que «en el Congreso participarán 260 delegados de 49 países, 40 conferencias episcopales, representantes de 28 movimientos y 16 asociaciones internacionales femeninas católicas, así como religiosas y mujeres líderes en los diversos ámbitos de la cultura. Esta gran diversidad y representatividad será un signo que marcará nuestro encuentro dando al Congreso un fuerte acento universal y una expresión de la catolicidad de la Iglesia».

La tercera jornada estará dedicada a analizar a través de los debates y de los grupos de trabajo la situación de la mujer en los distintos contextos geográficos.

Por un lado, se tratará de reflexionar en torno a los desafíos y problemas que las mujeres han de enfrentar y por otro lado se buscará ahondar en las oportunidades, los dones y valores que las mujeres pueden otorgar en un contexto cultural particular.

En esta misma jornada se trabajará para proponer acciones concretas o iniciativas que puedan ser promovidas para mejorar y alentar la promoción de la mujer.

«Este Congreso no es el final de una etapa sino más bien el inicio de futuras iniciativas que el Consejo Pontificio para los Laicos quiere promover», puntualiza Figueroa, que es doctora en teología.

«Estamos seguros de que de los grupos de trabajo y de estos días de intensa reflexión brotarán ideas, iniciativas que respondan a las exigencias de las mujeres en los distintos lugares. Y por qué no pensar en un futuro a un Congreso con participación virtual...», piensa a voz alta.

Por Miriam Díez i Bosch

Crítica de libro: Cuando las mujeres hayan desaparecido.

Artículo publicado en Aceprensa, 30-01-08.
Ecografía y aborto seguro se suelen presentar como actos médicos que suponen un progreso para las mujeres. En Asia, sin embargo, es una combinación letal, que se está utilizando a gran escala para eliminar a millones de niñas. Hasta tal punto que hay ya un desequilibrio de sexos en gigantes demográficos como India y China. Ante esta deriva inesperada del derecho al aborto, es significativa la reacción de organizaciones que trabajan a favor de los derechos de las mujeres.

Firmado por Ignacio Aréchaga
Fecha: 30 Enero 2008

En una población normal, nacen aproximadamente 105 niños por cada 100 niñas, proporción que después se equilibra por la mayor mortalidad masculina. Pero en Asia es distinto. En la India, nacen 112 niños por cada 100 niñas. En consecuencia, según el censo de 2001, hay 93,3 mujeres por cada 100 hombres. Esto supone un déficit de unos 35 millones de mujeres, que nunca se había alcanzado en el país. Además el déficit es más acentuado en las generaciones más jóvenes, lo que indica que la eliminación de niñas se está acelerando.
La misma evolución hacia una sociedad más masculina se advierte en China. Allí nacen 117 niños por cada 100 niñas. En el censo de 2000 había aproximadamente 36 millones menos de mujeres que de hombres, dentro de una población total de 1.300 millones. Pero la eliminación de niñas podría ser incluso mayor, habida cuenta de que no pocas nacen y mueren sin ser registradas.

El fenómeno, aunque menos acentuado, se observa también en otros países de la región, como Taiwán, Bangladesh, Pakistán, Afganistán, con poblaciones anormalmente masculinizadas. Corea del Sur, donde todavía nacen 107,4 niños por cada 100 niñas, es el primer país asiático donde la desproporción está declinando desde 2002. En cambio, un dato significativo: hay una auténtica paridad en el único país católico de la zona, Filipinas, donde el aborto no está legalizado.

La tiranía de la dote

¿Por qué en Asia se da esta preferencia por el varón hasta llegar al aborto y al infanticidio selectivo de niñas? Junto al tradicional orgullo por tener un hijo varón, que transmitirá el nombre del padre y se ocupará de sus ritos fúnebres, hay una razón económica poderosa: una hija, al casarse, se va de casa de sus progenitores y pasa a formar parte de la familia de su esposo, mientras que un hijo varón es durante toda la vida el pilar en el que se apoyan sus padres, sobre todo en la vejez, en países donde la protección social es débil. Una hija es una carga, y más si hay que casarla con dote; un hijo, una inversión útil.

La situación que lleva al aborto selectivo de las niñas está bien descrita en el reciente libro de Bénédicte Manier Cuando las mujeres hayan desaparecido1, que se centra sobre todo en lo que ocurre en la India.

En la India la dote, que en su origen era algo que los padres daban a la hija porque no iba a heredar tierras, ha pasado a ser una cantidad pagada al esposo y a la familia política. En los últimos tiempos, para buena parte de la nueva clase media, la dote se ha convertido en la ocasión para una exigencia creciente de regalos, dinero, electrodomésticos... A menudo se chantajea a la familia de la novia con rechazar el matrimonio, e incluso después de la boda la familia del novio puede seguir pidiendo más. Sin dote, las posibilidades de casarse son casi nulas. En teoría, la dote es ilegal desde 1961, pero sigue plenamente implantada en las costumbres.

Una paradoja de la prosperidad

Contra lo que cabría esperar, el rechazo de las niñas y el recurso al aborto no hay que imputarlo a la pobreza, al subdesarrollo y al analfabetismo, sino a la prosperidad. Los grupos sociales más hostiles a las niñas no son los pobres, sino las clases medias, para las cuales el coste de la boda y la dote de la hija constituyen un obstáculo para su ascenso social. Por eso, no es extraño que la proporción de nacimientos de niñas sea menor en los barrios acomodados que en los populares, en las ciudades que en el campo, en los estados más ricos del norte que en los de menor renta. “Casi cabría decir –escribe Manier– que un feto femenino tiene algunas oportunidades más de venir al mundo en un barrio de chabolas del medio rural que en un barrio de clase media”.

En China, la tradicional preferencia por el varón se ha acentuado por la política del “hijo único”, impuesta obligatoriamente desde 1979 con medidas coercitivas (vigilancia de los embarazos, sanciones económicas, abortos forzosos...). Pero las parejas chinas enseguida interpretaron la política del hijo único como la del varón único. Y aunque en el medio rural se permitió luego tener una segunda criatura si la primera había sido niña, el aborto selectivo de niñas sigue dándose a gran escala.

Sinergia funesta

A pesar de que en la India el déficit de mujeres se advirtiera ya en los primeros censos al comienzo del siglo XX, la actual eliminación masiva de niñas es fruto de la “sinergia” entre la preferencia tradicional por el varón y otros factores asociados a la modernidad: el mayor control de la natalidad, la legalización del aborto y el conocimiento del sexo del feto mediante la ecografía.

Tanto en la India como en China, el control de la población ha sido objeto de intensas campañas, a menudo con medidas coercitivas, que han reducido mucho la fecundidad. Las mujeres tienen hoy día una media de 2,9 hijos en la India y 1,6 en China. Pero uno de los efectos de la natalidad planificada es que hay más intolerancia hacia los fetos femeninos.

Así lo explica uno de los testimonios recogidos en el libro: “Antaño, tenías descendencia hasta que por fin llegaba un varón. Luego apareció la planificación familiar (...) y ahora solo hay que tener dos. Así que, si el primero es niña, el segundo necesariamente tiene que ser niño. Y haces todo lo necesario para conseguirlo, abortando los fetos siguientes si son niñas”.



Ecografía + aborto

La ecografía permite ahora conocer el sexo del feto a partir de la decimosexta semana. Y como el aborto, legal en la India desde 1971, está permitido hasta la vigésima semana, hay tiempo de eliminar a la niña indeseada. A las ecografías que conducen al aborto selectivo se les denomina eufemísticamente por las siglas “SD” (iniciales de Sex Detection), de modo similar a como el aborto se denomina aquí IVE.

Para luchar contra el aborto selectivo de niñas, en 1994 se prohibió el diagnóstico prenatal del sexo. Pero no se puede prohibir que un servicio de ginecología haga ecografías, y en la India hay más de 30.000 clínicas de este tipo registradas, y otras muchas clandestinas, donde no hay ningún problema para conocer el sexo del feto. De este modo, ha surgido un negocio muy lucrativo para estas clínicas, que proponen forfaits de “ecografía+aborto” por entre 5.000 y 10.000 rupias (de 95 a 190 euros).

Según las estadísticas oficiales, cada año se realizan en la India 600.000 abortos. Pero los demógrafos aseguran que hay muchos más abortos no declarados. Un estudio publicada en The Lancet a comienzos de 2006, estimaba que cada año 500.000 niñas eran víctimas del aborto.

El aborto “desvirtuado”

Las organizaciones feministas que, como la autora del libro, defienden el derecho al aborto, ven con angustia que se ha convertido en un arma contra las mujeres. Y, aunque evitan utilizar un lenguaje afín al de los grupos pro vida, no pueden evitar que muchas de sus reacciones y propuestas se asemejen.

Hay que ir a la India para oír decir a una feminista: “Es sencillamente el grado máximo de violencia contra las mujeres: el que les niega el mismísimo derecho a nacer”. Sin cuestionar el aborto, lo que las feministas condenan allí es que la ecografía y la interrupción del embarazo, que supuestamente deberían representar un progreso para las mujeres, se hayan “desvirtuado” para volverse contra ellas.

Pero, con la lógica del derecho al aborto, poco se puede objetar. Si el feto puede ser eliminado por cualquier motivo (económico, social, psicológico...) que le haga indeseable para la mujer, ¿por qué no por razón del sexo? Las mujeres indias, al igual que sus maridos, prefieren hijos varones, a los que no hay que dar una dote, entre otras cosas.

El negocio de las clínicas privadas

En la India, las organizaciones feministas no tienen palabras suficientemente fuertes para descalificar a las clínicas que se lucran con los abortos selectivos de niñas. En el libro de Manier se denuncia “la impunidad generalizada de una clase médica” que vive de “esta industria multimillonaria”. El comportamiento de los médicos que utilizan la ecografía para los abortos selectivos es calificado como “ilegal, inmoral y contrario a la ética médica”.

Por eso piden que se obligue a las clínicas a cumplir la ley y reclaman sanciones más duras. Ya en 2001 se reforzaron las penas por abortos selectivos: multas elevadas y hasta cinco años de prisión para los médicos, embargo del aparato de ecografía, suspensión del ejercicio de la medicina y prohibición de ejercer en caso de reincidencia.

Pero, como suele alegarse en el caso del aborto clandestino, si las ecografías para saber el sexo no son legales, siempre se hará lo mismo por la puerta de atrás. La realidad es que el aborto ha entrado en las costumbres, y estas leyes se quedan en papel mojado.

Cruzada selectiva

Junto a las sanciones legales, las organizaciones que luchan contra el aborto selectivo en la India proponen también una serie de medidas que erradiquen las causas del rechazo de las niñas: abolir la dote, un seguro para que los progenitores no dependan en la vejez de la asistencia de un hijo varón, el acceso de las mujeres a empleos que les den una autonomía económica y contribuir así en términos de igualdad a la renta familiar, acceso a la herencia... En definitiva, lo que está en juego es un cambio en el estatus de las mujeres, que pasa por una transformación de las mentalidades.

Pero la gran mayoría de la sociedad india, reconoce Manier, permanece insensible ante este problema de la discriminación prenatal. La autora lamenta incluso que “en el plano religioso, no se ha pronunciado ninguna excomunión”, y las condenas emitidas por las autoridades religiosas (cristiana, sij, musulmana...) surten escaso efecto.

Algunas ONG han decidido luchar contra la eliminación de las niñas con acciones que si las utilizara un grupo pro vida causarían escándalo. “En los pueblos de Tamil Nadu –cuenta Manier– se han creado comités de vigilancia denominados sangam, que llevan un registro de los embarazos en curso en cada aldea y amenazan con denunciar a las familias a la policía en caso de que la madre aborte un feto femenino, de que cometan un infanticidio neonatal o de que se produzca una muerte prematura sospechosa de una niña”.

Si esto no es una “cruzada antiabortista”, se le parece mucho. Pero sería más convincente si no fuera tan selectiva, y abarcara a los dos sexos.

Porque, ante el libro de Bénédicte Manier, que respira indignación moral en muchas de sus páginas, es inevitable plantearse una pregunta: si en vez de haber en Asia, por obra del aborto selectivo, un déficit de cien millones de mujeres, faltaran 50 millones de niñas y 50 millones de niños, ¿ya no habría ningún problema?

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(1) Bénédicte Manier. Cuando las mujeres hayan desaparecido. Cátedra. Madrid (2007). 187 págs. 16 €. T.o.: Quand les femmes auront disparu. Traducción: Magalí Martínez Solimán.

martes, 29 de enero de 2008

Influencia de los hijos en la trayectoria profesional de la mujer



Los hijos influyen más en la vida profesional de la mujer

Firmado por Aceprensa
Fecha: 23 Enero 2008

¿Cómo repercute el número de hijos en la vida profesional del padre y de la madre? En Francia, según un estudio del Instituto Nacional de Estadística (INSEE), influye mucho más en las madres que en los padres. En España, una encuesta del IESE entre directivos muestra que, a la hora de tomar decisiones sobre la trayectoria profesional, el equilibrio personal/familiar es el criterio predominante entre las directivas.

El estudio francés, cuyos autores son Olivier Chardon y Fabienne Daguet, revela que en el caso de los hombres de 25 a 49 años el tener uno o más hijos o el no tenerlos apenas influye en la tasa de actividad laboral, que se mantiene siempre por encima del 93,5%.

En cambio, en el caso de las mujeres, la permanencia o el abandono del trabajo profesional depende mucho del número de hijos. Las mujeres solteras sin hijos trabajan tanto como los hombres, e incluso tienen superior titulación y sufren menos el paro. Cuando empiezan a tener hijos su situación laboral se ve afectada. Si tienen un hijo, su tasa de actividad pasa al 89,1%; con dos, al 84,8%. Y lo que marca realmente la diferencia es la llegada del tercer hijo, cuando la tasa de actividad cae al 66,2%.

En Francia, de las mujeres nacidas en 1960, el 31% han tenido tres o más hijos, y la actual tasa de fecundidad es de 1,98 hijos por mujer, la más alta de Europa junto con la de Irlanda.

Junto al número de hijos, otro factor que influye en la permanencia en el mercado laboral es el nivel de cualificación. Con tres hijos, el 80% de las mujeres con título universitario siguen trabajando, frente al 50% de las no diplomadas.

También influye la posibilidad de acogerse al permiso parental, por el que uno de los padres puede interrumpir el trabajo hasta tres años para cuidar de sus hijos a partir del segundo, percibiendo un subsidio de 530 euros por mes. En el 98% de los casos es la madre la que pide el permiso. Entre las beneficiarias (unas 500.000), las más numerosas son las que tienen una posición menos ventajosa en el mercado laboral.

El 40% de las mujeres que piden el permiso declaran hacerlo por tener horarios de trabajo incompatibles con sus responsabilidades familiares, y el 37% por no haber encontrado una solución para la custodia de los hijos. Menos de uno de cada diez niños tiene plaza en una guardería.

Las decisiones de los directivos españoles

Una encuesta entre directivos españoles, realizada por el Centro Internacional Trabajo y Familia del IESE, revela los distintos criterios de hombres y mujeres a la hora de tomar decisiones sobre la trayectoria profesional. Los encuestados, un 67% hombres y un 33% mujeres, procedían de todos los sectores de la actividad profesional. La mitad eran directores de departamento y un tercio, directores generales. El número medio de hijos es superior en los hombres.

Entre las mujeres, el criterio dominante al elegir la trayectoria profesional es el equilibrio personal y familiar, seguido del reto que supone el nuevo trabajo; entre los hombres, esos criterios y la promoción profesional son los mayoritarios.

Entre las situaciones de posible conflicto entre trabajo y familia, la más frecuente es la baja por maternidad/paternidad. La reducción de jornada para cuidar de los hijos es la menos frecuente.

Las dificultades para conciliar trabajo y familia las viven con mayor frecuencia las mujeres, excepto las relacionadas con el cuidado de los padres.

Respecto a los apoyos en el cuidado de personas dependientes, para los hombres el apoyo principal es su mujer, mientras que para las mujeres lo es la empleada del hogar.

Muchos directivos con hijos en edad escolar tienen a menudo la sensación de que dedican poco tiempo a sus hijos, a causa de la dedicación profesional. Por tanto, los autores del estudio, dirigido por Nuria Chinchilla, concluyen que las políticas familiarmente responsables en las empresas deben apoyar no solo a las mujeres que trabajan, sino también a los padres de familia, ayudándoles a conseguir un mejor equilibrio entre vida profesional y familiar.

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Referencias

– Insee Première n. 1171 (enero 2008), “Enquêtes annuelles de recensement 2004 à 2007. L’activité des femmes est toujours sensible au nombre d’enfants.” (http://www.insee.fr/fr/ffc/ficdoc_frame.asp?ref_id=ip1171).

– “Trayectoria, conciliación y rol de los directivos” (2008) (http://insight.iese.edu/es/doc.asp?id=770&ar=13)

miércoles, 23 de enero de 2008

Jeanne Moreau: la señora de las ocho décadasLa



La actriz francesa llega hoy a su ochenta aniversario en pleno dominio de sus facultades artísticas y una carrera activa, ejemplo de coherencia como pocos en el cine mundial.

Trabajó con todos los grandes menos con el Doctor Mureau.
Ojos, rostro y sonrisa de Jeanne Moreau son símbolo del mejor cine de arte de Francia. Con el paso de los años, el público ha sido testigo en pantalla del paso de su juventud a su vejez con una dignidad y coherencia que pocas actrices han logrado combinar. Moreau ha estado presente en los mejores momentos del cine francés, desde el surgimiento de la Nueva Ola hasta sus manifestaciones actuales. Una vida empapada en arte.Nació el 23 de enero de 1928 (es Acuario) en París, hija de un restaurantero y una bailarina del Follies Bergere. Estudió en el Conservatorio de París y a los 19 años se enfocó en el teatro y fue actriz protagónica en la compañía de la Comedia Francesa. Pero el cine sería el arte donde desarrollaría talento y fama. Empezó con papeles pequeños hasta que, cuando tenía 30 años, Louis Malle la lanzó a la fama nacional con Ascensor para el cadalso y la controvertida Los amantes (ambas de 1958).
Fue una de las actrices representativas de la Nueva Ola al participar en Los 400 golpes (Truffaut, 1959) y Una mujer es una mujer (Godard, 1961), lo que le permitió trabajar con directores como Peter Brook (Moderato cantabile, 1960), Orson Welles (El proceso, 1962; Melodía inmortal, 1968), Antonioni (La noche, 1961) y Buñuel (Diario de una recamarera, 1964). El reconocimiento internacional vino cuando dio vida a la desenfadada Catherine en Jules et Jim (Truffaut, 1962). De golpe la mujer vital, amante de la vida y dueña de su sexualidad, arquetipo de los años 60, tenía rostro: Jeanne Moreau. “Jules et Jim no fue sólo un momento especial de mi carrera sino de mi vida. La cambió y de ella se derivó un período muy grande de felicidad y aprendizaje. Fluían amor, amistad, originalidad, que se combinaban con la potencia del cine”, declaró en 2002. “La hicimos entre 22 personas e inclusive puse dinero. Éramos jóvenes y libres, sin ambición de fama o dinero porque creíamos en el sentimiento que animaba a Francois: el amor.
Desde entonces, en mi carrera, he preferido estar con la minoría que expresa la verdad. Y la verdad reside sólo en los deseos de las personas. Por eso Jules et Jim es un filme moderno, típico del siglo XX: se reconocen las exigencias sexuales y amorosas del ser humano. Por eso parece ser que lo que se recuerda es su sentido de libertad y no su final trágico. El cine antes de la Nueva Ola se interesaba sólo por la esfera emocional masculina. Con nosotros cambió el punto de vista”.Su filmografía muestra que ha sido fiel a su propia ética al trabajar con los mejores, como Tony Richardson (Mademoiselle, 1966), Truffaut (La novia vestía de negro, 1968), Blier (Les Valseuses, 1974) y Losey (Klein, 1976). También expuso esa verdad como directora y guionista en Lumière (1976), La adolescente (1979, con Simone Signoret) y en el homenaje personal a una de sus precursoras en su documental Lillian Gish (1983). De las últimas cintas que se le han visto en México se le recuerda, ya madura, en Nikita (Besson, 1990) y Tiempo de vivir (Ozon, 2005). En la última, actriz y personaje se entrelazan ante la muerte e intuimos la voz de Moreau. Romain, con cáncer terminal, explica que no sólo es por cariño que le cuenta la verdad de su enfermedad a su abuela (Moreau): “Eres como yo. Morirás pronto”. Con humor negro, al revisar las medicinas que toma, ella le contesta: “Con todo esto moriré muy sana”.
En síntesis, siempre una mujer fuerte.“Nunca tuve la impresión de que se me viera como objeto (sexual), aunque algunas escenas que hice eran muy fuertes. Al contrario, siempre tuve la impresión de que los directores dejaron que hablara mi feminidad. Ésta era tan fuerte que a los directores les daba miedo lo que sacaba de mí pero se atrevían porque querían saber sobre las mujeres. Lo agradecía porque yo también quería saber de las mujeres”.Sobre su edad ha dicho: “Creo que lo más sorprendente, para una mujer de mi edad, es el hecho de que aún puedo cambiar al ritmo en que cambia el mundo… y cambiar muy, muy rápido. Creo que mi madre no tuvo esa oportunidad de cambiar”. Palabras que definen con claridad su vida plena.

Noticias de libros: "Una revolución silenciosa"


Gracias a buena parte del movimiento feminista la mujer es un sujeto de pleno derecho en el mundo occidental. Sin embargo, las mujeres empiezan a no reconocerse en un feminismo radical, que elimina las distinciones entre masculinidad y feminidad, y pretende que el género de las personas sea el que ellas elijan, sin condicionamientos biológicos. Jesús Trillo-Figueroa analiza esta ideología en su libro Una revolución silenciosa: la política sexual del feminismo socialista1. Aceprensa ofrece una selección de párrafos.
Firmado por Jesús Trillo-Figueroa Fecha: 23 Enero 2008
La primera revolución sexual tenía por objetivo la liberación sexual; es decir, la eliminación de todas las represiones que, según los partidarios de la revolución sexual, la sociedad había impuesto a través de normas morales y de prohibiciones a la práctica de la sexualidad, para llegar a conseguir la generalización del amor libre. La sexualidad era básicamente una relación biológica, psíquica y somática, pero una relación natural.
La que llamamos segunda revolución sexual parte de la idea matriz, expuesta por Kate Millet, en virtud de la cual, la sexualidad, la relación sexual, expresa una idea de poder, una relación política. La primera revolución transformó la política en sexo; esta segunda ha transformado el sexo en política, convirtiéndola en política sexual. (...)
Foucault y la represión
Michel Foucault vino a decir que la historia es un “continuo” de prácticas represivas realizadas a través de instituciones creadas por el poder para controlar y dirigir la sociedad. Tales instituciones son el manicomio, la cárcel, o la sexualidad. Para él, “el sexo es algo que ha habido siempre” (...); lo que es una invención reciente es la sexualidad, que en su opinión aparece en el siglo XVIII y debe entenderse como el conjunto de “prácticas, sobreentendidos, palabras, miradas, normas, reglas y discursos relacionados con el deseo, la genitalidad, etc.”.
Foucault rechaza la tesis de la represión porque, en su opinión, “aunque el discurso sea represor, produce materialidades: exacerba el deseo”. (...) En conclusión, al poder le interesa que haya deseo exacerbado y haya delitos, para seguir manteniéndose en el chollo; todo esto es lo que llama “la astucia del poder”. Las tesis de Foucault, desde el punto de vista ético, no son nada nuevas; no son más que una traducción al sexo de la genealogía de la moral de Nietzsche, que estableció el relativismo histórico de la moral. La novedad reside en la ontología, y esto no se debe a Foucault, sino a las feministas.
Una relación de poder
(...) Según Simone de Beauvoir, la mujer no nace, se hace. En ello estaba implícita la diferenciación entre el sexo, como dato biológico, y el “ser mujer”, la función social asignada por la cultura a las funciones propias de cada sexo, que posteriormente se daría en llamar género. Kate Millet va más allá y dice que una cosa es el sexo biológico, como condición física y corporal de una persona, y otra cosa es el sexo como práctica del deseo sexual, que ya no es una relación amorosa entre hombre y mujer de carácter natural, sino que se convierte en una relación política, es decir, una relación de poder.
La novedad es que el amor, aunque sea en su versión hedonista de “hacer el amor”, ya no es una relación de naturaleza pulsional, libidinosa, gozosa o espiritual, sino un espacio político en el que se manifiesta una relación de poder. En su historia de la sexualidad, Michel Foucault recoge esta tesis y sostiene que el sexo es el producto de un discurso político concreto correspondiente a una época determinada: “La experiencia de la sexualidad está producida por una génesis histórica concreta”.
Dicho de otra forma: la sexualidad es un producto que el poder dominante en cada época histórica utiliza para controlar la sociedad de su tiempo. Para ello, el poder elabora tecnologías del sexo, que son las técnicas de control que desarrolla para asegurar su mantenimiento. (...) Si a ello añadimos la estructura elaborada por el feminismo de sexo-clase, serán las técnicas sexuales que el patriarcado burgués elabora para controlar a las mujeres. Esta es la clave teórica que da lugar a lo que venimos llamando política sexual.
Como filósofo que es, Foucault trasciende la historia y elabora una nueva ontología en torno a la verdad, que las feministas posteriores captan sutilmente para continuar la labor emprendida por Simone de Beauvoir y las feministas radicales americanas. La argentina Esther Díaz lo expresa bien: “Las verdades no valen por sí mismas, necesitan un poder que las sostenga. El poder de la verdad no es una metáfora. Únicamente se aceptan como verdaderas las proposiciones que obtienen poder de las prácticas sociales” (Esther Díaz, La sexualidad y el poder, Almagesto/Rescate, Buenos Aires 1993). Al cabo, la verdad será lo que diga el poder. (...)
Sexo y género
Las consecuencias derivadas de la idea de que el sexo es un invento artificial, de la cultura o de la política, pueden ser infinitas. (...) En general, lo que de manera inadvertida se ha impuesto es el empleo de la palabra género por sexo, lo cual no es inocente, porque constituye el propósito intencionado de la llamada ideología de género.
La palabra género tenía un uso gramatical, para distinguir entre una palabra masculina, femenina o neutra. El que primero utilizó el término género para referirse al concepto de identidad de género, definido como la conciencia individual que de sí mismo tienen las personas como hombre o como mujer, fue el doctor John Money, de la Universidad John Hopkins de Baltimore, en 1950 (John Money, Desarrollo de la sexualidad humana, Morata, Madrid, 1982).
Según Money, la identidad de género del individuo dependía de cómo había sido educado de niño, y podía resultar diversa del sexo biológico. Sostenía que se podría cambiar el sexo de la persona con la educación; y que a los niños nacidos con órganos genitales ambiguos se les podía asignar un sexo diverso del genético mediante una modificación quirúrgica, que en su opinión debería realizarse antes de los 18 meses, pues de otra forma el sexo biológico podría determinar un cierto rol de género impuesto por la sociedad (ver apoyo, pag.4).
Así nació también el concepto de género como “rol”, o conjunto de funciones que la sociedad asigna a cada uno de los géneros. En 1968, el psiquiatra Robert Stoller publicó una obra llamada Sex and Gender. En ella, popularizó las ideas de Money (...): “El vocablo género no tiene un significado biológico, sino psicológico y cultural. Los términos que mejor corresponden al sexo son macho y hembra, mientras que los que mejor califican al género son masculino y femenino, y estos pueden llegar a ser independientes del sexo biológico”.
Política sexual
Kate Millet, en su obra Política sexual, utilizó el concepto de género expuesto por Stoller para sus finalidades ideológicas, proporcionando a su convicción existencialista de que la mujer se hace, derivada de la influencia de Beauvoir, una fundamentación “científica”. Millet destaca y acentúa la idea de que no tiene por qué existir una correspondencia biunívoca y necesaria entre sexo y género, y, por tanto, sus desarrollos pueden tomar caminos independientes.
Millet escribe: “Lo que llamamos conducta sexual es el fruto de un aprendizaje que comienza con la temprana socialización del individuo y queda reforzado por las experiencias del adulto”. En principio, el género es arbitrario; es el patriarcado, y las normas impuestas por el sistema patriarcal, quien establece el papel de los sexos, pues según esta doctrina, al nacer no hay ninguna diferencia entre los sexos. (...)
¿Perspectiva o ideología?
El término género, que en principio tan sólo sirve para significar un instrumento analítico de las “funciones o roles” que a cada sexo se le asignan por la cultura, la historia, la sociedad y otros factores, era útil metodológicamente para las investigaciones; pues distinguir entre el sexo, asignado por la naturaleza biológica a cada persona, y el género, entendido como la función que la sociedad asigna a cada sexo, permitiría discriminar analíticamente estas, para corregir muchas injusticias que las mujeres sufrían por la asignación de unas funciones que realmente no se correspondían, o se derivaban de una irracional distribución de las funciones sociales en razón de la condición sexual de cada género.
Pero pronto se utilizó un término equívoco de género, como producto exclusivo de la cultura, que ha supuesto una auténtica revolución cultural. La ideología feminista ha transformado la palabra género en razón de sus intereses estratégicos convirtiéndolo en un concepto valorativo que sirve para desnaturalizar el sexo y convertir el género en el significante, en instrumento o “dispositivo” político de dominación.
Las teorías de Money encontraron un gran apoyoentre las feministas radicales, y el libro de Kate Millet Sexual Politics se convirtió en la difusión política e ideológica de sus doctrinas. A lo largo de la década de los 80, el término género se hizo omnipresente en todos los programas de Women Studies, al punto de que nació la disciplina de Estudios de Género, y la antropología de género pasó a ser una rama con pretensiones de disciplina académica.
A partir de aquí, (...) existe una radical escisión entre sexo y género, y entre naturaleza y cultura. Esta es la acepción de género que ha implantado la ideología de género, en la que podemos englobar todas las tendencias feministas derivadas del feminismo radical de la igualdad, del feminismo socialista, que tuvieron un éxito definitivo al conseguir que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Mujer celebrada en 1995 en Pekín adoptara una resolución en la que se consagró la llamada perspectiva de género. Desde entonces existe una gran confusión respecto de la utilización del término género, y de lo que significa perspectiva de género. En principio, nada tienen que ver la utilización del género por la ideología de género y el uso dado por la ONU o las instituciones europeas.
Una construcción social
La teoría feminista y la ideología de género consideran como dogmas inamovibles, que implican una nueva epistemología –una nueva forma de conocer la realidad–, el hecho de que la sexualidad está necesariamente desligada de su origen natural –que, en el mejor de los casos, considera al sexo biológico como un mero dato– y en consecuencia la sexualidad es una construcción social. Es decir, las personas humanas, según el dato biológico del sexo, nacen machos o hembras, pero la sociedad, con su actividad, construye la sexualidad, convirtiéndolos en hombres y mujeres, y la cultura engendra las ideas de masculinidad y feminidad.
Todo ello conduce al final al orden al que finalmente pertenece la sexualidad: el orden simbólico, el orden del significante. Por eso, a partir de aquí, la sexualidad humana no es una realidad biológica o derivada de la libido, gobernada por leyes naturales o químicas, sino más bien una idea regulada por las leyes del lenguaje de la representación. Todo esto es lo que se llama el triunfo del “construccionismo de género”; es decir, el artificio o invento creado por la voluntad de alguien; frente al “esencialismo de sexo”, que es la creencia de que el sexo lo determina la naturaleza. (...)
Deconstruir el género
A pesar de la teoría y de la corrección política feminista, existe una gran contradicción, porque la realidad es que la teoría feminista anhela un futuro sin género, un futuro sin sexualidad. (...) Se trata de excluir tanto la masculinidad como la feminidad, es decir, de acabar tanto con los sexos como con los géneros: de deconstruir el género mediante la destrucción del sexo y la resignificación del género.
Para ello, existen dos grandes vías en el feminismo de la igualdad: la de la tradición “ilustrada” que, basándose en el existencialismo de Beauvoir y en el igualitarismo radical, opta por suprimir cualquier diferencia entre hombre y mujer, masculino y femenino, y postula lo que llama universalidad, es decir, la total confusión, para desde ahí establecer la sexualidad según el principio de libre elección, en el sentido de que el género de las personas será aquel que elijan libremente en la realización de su existencia; y la de las “posmodernas”, que parte de la tesis estructuralista de que “el sujeto no habla” sino que “es hablado”; es una “posición en el discurso”, “un eslabón en la cadena de significado”, siempre ya constituida; por eso el género será lo que resignifique el discurso.
Por lo tanto ambas posibilidades pasan por la pluralidad de géneros: femenino, masculino, heterosexual, homosexual, lesbiana, transexual, para terminar postulando la desaparición del sexo-género. Para la primera posición, el sexo-género dejará de existir cuando se implanten las condiciones para que la mujer “acceda al estatuto de individuo” y a “la ciudadanía” (...). Para la segunda vía, antihumanista y foucaultiana, el género-sexo desaparecerá “perdido en la parodia” del drag queen y en la transgresión permanente de géneros.
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(1) Jesús Trillo-Figueroa. Una revolución silenciosa. Libroslibres. Madrid (2007). 308 págs. 20 €.

martes, 22 de enero de 2008

Serie denunciada por despreciar a los personajes femeninos.

Una asociación de telespectadores pide la retirada de la serie 'Sin tetas no hay paraíso'

El mundo. martes 22/01/2008 14:31 (CET)

EFE
BARCELONA.- La asociación Telespectadores Asociados de Cataluña (TAC) ha pedido a Telecinco que retire la serie 'Sin tetas no hay paraíso', que emite desde hace dos semanas, y ha expresado su "inquietud" por el título y los roles de los personajes femeninos que se presentan en la serie.
"El trato deslumbrante que se da al mundo de la prostitución y al del narcotráfico, así como a la imposición de tener un cuerpo perfecto para 'encajar' en estos ambientes, hacen que esta serie no sea el mejor referente que las producciones nacionales pueden dar, especialmente, a los más jóvenes; ya que pueden ver este submundo delictivo como algo atractivo", denuncia TAC en un comunicado.
Como alternativa a la retirada, TAC pide a Telecinco un cambio en el título de la serie, "que ha molestado a muchas mujeres operadas de cáncer de mama que nos han dirigido su queja, ya que les hace revivir frívolamente su calvario"; que se señalice para mayores de 18 años, que no se publicite en horario de protección y que se modernicen algunos estereotipos.
La asociación catalana, integrada por más de 17.000 personas, critica el desprecio con que se trata a los personajes femeninos "y con el que se dejan tratar" y se manifiesta en "total acuerdo con el pleno del Ayuntamiento de Las Palmas" de Gran Canaria, que acordó por unanimidad pedir la retirada por promover "estereotipos denigrantes para la mujer" que "suponen un retroceso" social.
"Las mujeres de esta producción están estereotipadas al máximo y se reducen, a excepción de la madre de Catalina y su mejor amiga, a adolescentes ambiciosas que, para huir de su barrio marginal, desean entrar en un mundo de dinero fácil y de lujo, aún a costa de prostituirse", puntualiza el comunicado.
"Estas chicas que tienen, supuestamente, 17 años -por lo que son menores- mantienen relaciones sexuales con hombres maduros y ricos simplemente porque pueden ir con ellos luego a 'fundir' las tarjetas de crédito", apuntan en la nota de prensa.
Según la TAC, además, para reforzar el estereotipo, se alude con frecuencia a la protagonista, Catalina, haciendo referencia a su falta de talla pectoral con expresiones como: "Es así chupadita, como sin tetitas".

lunes, 21 de enero de 2008

Cómo funciona el Elterngeld o dinero para los padres en Alemania


Queridas amigas y amigos de este blog, como veo que el tema interesa...

Una buena explicación acerca de cómo funciona esto se encuentra en la página (hay muchísimas otras páginas sobre el tema, pero me parece que lo mejor es ir a las fuentes y la fuente es, en este caso, el mismo Ministerio) del Ministerio de la familia, en que se explica que:

El Bundeselterngeld o dinero federal para los padres, regulado por el Elternzeitgesetz (la ley que regula esta materia) entró en vigencia el 1° de enero de 2007.

Para todos los nacidos a partir del 2007, rige, en consecuencia esta nueva ley que regula el Elterngeld que reemplaza al llamado Bundeserziehungsgeld.

Wikipedia (excelente) nos dice que el Erziehungsgeld estaba destinado a los nacidos a partir del 1° de enero de 1986.

Pero, agrega que, en algunos Länder, existe Erziehungsgeld estadual, concretamente en Bayern o Baviera, Baden-Württemberg, Sachsen o Sajonia y Thüringen.

El Elterngeld intenta aminorar o contrarrestar la pérdida de los ingresos después del nacimiento de un niño.

Corresponde al 67% del promedio de entradas (menos impuestos, cargas sociales y otros costos o cargas inherentes al oficio o profesión) mensuales o ganancias habidas antes del nacimiento.

Hasta un máximo de 1.800 euros y teniendo como mínimo 300 euros.

El padre o la madre que no tenían ingresos, gozan de la suma mínima de 300 euros que se suma al ingreso familiar (sin descontar nada, nota del blog, esto fue un logro difícil de alcanzar políticamente).

El Elterngeld se paga al padre o a la madre, por un total de 14 meses máximo. Pero hay que seguir leyendo, porque hay una particularidad...

Ambos pueden repartirse el tiempo entre ellos durante este periodo.

Sin embargo, un solo cónyuge puede solicitar para sí un máximo de doce meses. Dos meses más pueden ser solicitados si el otro partner los solicita. Esta fue la manera de obliga... perdón quiero decir motivar a los varones para que cuidaran a sus hijos durante, al menos, dos meses.

Quienes crian solos a un hijo (Alleinerziehende) pueden pedir el dinero por el total de doce meses.

El Elterngeld puede ser pedido por los padres "biológicos", los padres adoptivos, y, en casos excepcionales (Ausnahmefällen), también por parientes hasta el tercer grado, como tíoabuelos, tíos, tías e incluso hermanos.

En el caso de mellizos o trillizos o quintillizos, etc., hay 300 euros más por niño (iba a escribir "niño adicional", pero supongo que no será la denominación más adecuada).

Land = estado que forma parte del estado federal; Länder, el plural.


domingo, 20 de enero de 2008

Balance de la natalidad en EEUU y en Europa.


Europa intenta impulsar con ayudas lo que EE.UU. consigue sin apoyos (Aceprensa, 2008-01-16)
Es llamativo el contraste entre la evolución de la natalidad en Estados Unidos y en Europa. En EE.UU., sin especiales medidas de apoyo del Estado, la tasa de fecundidad en 2006 subió a 2,1 hijos por mujer, lo que asegura el reemplazo generacional y supone el nivel más alto de los últimos 35 años. En cambio, en la Unión Europea, la tasa apenas supera el 1,5, mientras los gobiernos multiplican las medidas para favorecer la natalidad.Los datos preliminares de 2006, proporcionados por el Centro Nacional de Estadística de EE.UU., revelan que por primera vez desde el final del llamado baby boom de postguerra, la fertilidad garantiza la sustitución de generaciones. La población estadounidense alcanzó el año pasado los 300 millones de habitantes, y sigue creciendo.Los expertos lo atribuyen a la bonanza económica anterior a la crisis que ahora se avecina, a la aportación demográfica de los inmigrantes y a la mejora de las condiciones laborales de las madres trabajadoras.En cualquier caso, este nuevo baby boom favorece el dinamismo económico del país y refuerza su competitividad internacional. Las nuevas generaciones más numerosas aseguran que en el futuro habrá más trabajadores y más cotizantes en activo para sostener las pensiones de los jubilados.Hay quien piensa también que las diferencias de natalidad entre los distintos estados pueden ser un factor decisivo en las próximas elecciones presidenciales. Phillip Longman, investigador de la New American Foundation, escribe que desde hace unos veinte años la demografía es más favorable a los republicanos que a los demócratas. Los estados que más votan a los conservadores son los que tienen más fecundidad, mientras que los estados más favorables a los demócratas son los que tienen menos hijos.En las elecciones de 2000 y de 2004, Bush trinunfó en los 19 estados donde la tasa de fecundidad es más alta. Por el contrario, el candidado demócrata John Kerry venció en 16 estados situados en lo bajo de la tabla. Según los cálculos de Longman, hay una correlación del 0,84 entre tasa de fecundidad y opción de voto, lo que sería suficiente a efectos estadísticos.


Salario parental en Alemania

En cambio, Europa está comenzando a darse cuenta de que la escasa fecundidad amenaza su futuro, y muchos gobiernos han empezado a tomar medidas para estimular la natalidad. En Alemania, con una tasa de fecundidad de solo 1,33, Angela Merkel enarboló esta bandera desde el comienzo de su gobierno, y también la propia sociedad civil está en campaña para lograr una mayor aceptación de los niños Algunos frutos empiezan a verse. En los nueve primeros meses de 2007, según la Oficina Federal de Estadística, se ha registrado un aumento del 1% de los nacimientos respecto al mismo periodo del año anterior. Es la primera vez que esto ocurre desde 1997, y está por ver si la tendencia se confirma.Desde el comienzo de 2007, al tener un hijo los alemanes pueden interrumpir su trabajo hasta doce meses, cobrando un salario parental del 67% de su sueldo neto, con un máximo de 1.800 euros y un mínimo de 300.Una de las sorpresas de este permiso parental es que lo han pedido más padres de lo que se esperaba. Ciertamente, son las mujeres –que representan el 90,4% de los permisos– las que sobre todo interrumpen el trabajo tras el nacimiento de un hijo. Pero 37.140 padres –el 9,6% del total de peticiones– han escogido el permiso en los nueve primeros meses de 2007. La ministra de la Familia, Ursula von der Leyen, ha tenido que pedir un presupuesto extraordinario para atender estas peticiones.Ha llamado la atención que los hombres que escogen interrumpir su trabajo son sobre todo los que tienen título universitario o son trabajadores cualificados. Entre los que piden el permiso, el 44% han elegido una pausa profesional de entre 3 y 12 meses.


El aplazamiento de la maternidad

Francia ha mantenido desde hace décadas una de las políticas de subsidios familiares más generosas en Europa. Esto le permite hoy tener una tasa de fecundidad del 1,9, solo por detrás de Irlanda (1,99), aunque todavía por debajo del nivel de reemplazo generacional.Como en toda Europa, la generalización de los métodos anticonceptivos desde hace cuatro décadas ha supuesto un descenso de las familias numerosas. Pero lo que distingue a Francia es que todavía, entre las mujeres nacidas en 1960, el 21,9% ha tenido tres hijos y el 9,7% cuatro o más. Lo más común es la familia de dos hijos, que en los últimos treinta años ha pasado del 25% al 40%.El nacimiento de los hijos es cada vez más programado. Hoy los nacimientos que los padres consideran “bien planificados” ascienden al 83% del total (cfr. estudio citado en Le Monde, 28-12-2007). Con la planificación familiar se ha extendido también la intolerancia respecto a los embarazos no deseados o no aceptados por la pareja. Por eso, a pesar de la difusión de la contracepción, todos los años se registran más de 200.000 abortos. Según encuesta del INED, más de dos embarazos no previstos de cada tres se dan en mujeres que usan anticonceptivos y el 23% de los abortos conciernen a mujeres que toman la píldora.


En España, desde el 1 de julio pasado todos los recién nacidos vienen con un cheque-bebé bajo el brazo de 2.500 euros, que se aumenta hasta 3.500 si nacen en familias numerosas (de tres o más hijos) o monoparentales. Todavía es pronto para ver si esta nueva medida del gobierno de Zapatero consigue elevar la tasa de fecundidad, que ahora no pasa del 1,32. Esta tasa ha ido aumentando ligeramente, pero es muy distinta entre las mujeres españolas (1,27) y las extranjeras residentes (1,67). Actualmente, el 15% de los nacimientos corresponden a madres extranjeras.Pero el cheque-bebé no es el único factor que puede influir en la natalidad. Una de las causas de la baja natalidad es el retraso en la maternidad, pues la edad media en el primer parto se ha alargado hasta los 29,3 años. Este retraso hace que las mujeres tengan menos hijos de los que desearían según las encuestas. En 2005, los nacimientos de un tercer hijo fueron el 7,56% del total y los del cuarto o más, el 2,39%. Así que cada vez hay más niños españoles que no tienen hermanos.El aplazamiento de la maternidad lleva también a que existan más problemas de fertilidad. Pasados los 35 años, la calidad y cantidad de los óvulos empiezan a bajar, y a partir de los 37 caen drásticamente. En los últimos cuatro años, casi el 30% de las mujeres que solicitaron tratamientos de fertilidad eran mayores de 38 años.

martes, 8 de enero de 2008

Elterngeld o dinero para los padres en Alemania


¡Buenas noticias desde Alemania! El número de padres (varones) que solicitan al estado alemán el Elterngeld o dinero para los padres, que se entrega después del nacimiento de un hijo, ha ido aumentando continuamente durante todo el 2007.

De acuerdo a las cifras de la Oficina Federal de Estadísticas -dadas a conocer recientemente- a comienzos del 2007 (fecha en que entró en vigencia la nueva legislación), uno de cada 30 padres solicitaba el Elterngeld. Y en la primavera, uno de cada 10. ¡Un crecimiento geométrico!

De todas las personas que piden este dinero, 9,6% corresponde a los padres (varones).

En el occidente del país, más que en el Este (la antigua República democrática), donde llega tan sólo a un 8,8%. El porcentaje más bajo se registró en Sachsen o Sajonia, con sólo un 8,2%.

Por regla general, las mamás piden el Elterngeld por 12 meses y los padres, por los dos meses restantes.

De esta manera, se recibe el máximo de 14 meses. Si uno solo de los progenitores solicita esta ayuda estatal, ella sólo cubre 12 meses y no los 14 que cubre si lo hacen ambos. De manera que hay un aliciente para que ambos -mamá y papá- cuiden al recién nacido.

El dinero -un 67% del sueldo neto que se percibía antes de retirarse temporalmente de su trabajo- llega a un máximo de 1.800 euros y a un mínimo, de 300.

Sólo un 2,8% del total solicitante recibe el máximo de 1.800 euros.


El estrepitoso fracaso de la actual educación sexual

De nuevo incido en el tema. Esta vez lo hago con un artículo publicado hoy en Aceprensa. Ofrece cifras, datos y conclusiones. Insisto en que me parece un tema de educación y de poner más hincapié en la belleza del origen de la vida, pero no va mal ser conscientes de las cifras en las que nos movemos.

En Inglaterra y España los embarazos y abortos de las menores de veinte años confirman que el fácil acceso a los anticonceptivos ha ido de la mano del aumento de abortos
Firmado por Aceprensa Fecha: 8 Enero 2008

“El aborto se dispara” se ha convertido ya en un titular tradicional cada vez que el Ministerio de Sanidad español publica las cifras anuales. En 2006, España sobrepasó la barrera de los 100.000 abortos cometidos bajo supuesto legal (y declarados, pues las últimas investigaciones sobre abortos irregulares indican que algunas clínicas no declaran todos los que hacen). El total de 101.592 supone un aumento del 10,8% con respecto al año anterior. Como en 2006 hubo 481.102 nacimientos, resulta que más de uno de cada seis embarazos se frustra por el aborto provocado (1).
Entre los datos más significativos está que la tasa de abortos por mil mujeres de 15 a 44 años ha subido de 5,52 en 1997 a 10,62 en 2006. La inmensa mayoría de los abortos (97,5%) se realizan en clínicas privadas. Y en el 96,98% de los casos se adujo riesgo para la salud de la madre. Dados los mínimos mecanismos de control, este supuesto es el coladero que convierte el aborto en algo libre de facto en España, como las recientes investigaciones judiciales ponen de manifiesto (ver Aceprensa 136/07).
Entre la lluvia de sombríos datos, destacan los referidos a la gente joven. Abortaron casi 40.000 menores de 25 años. Y 14.000 de ellas tenían menos de 20 años. El 12% de estas, 1.679, ya habían abortado al menos otra vez. Y estos números no dejan de aumentar a pesar del fácil acceso a la anticoncepción.
Desde que en España se introdujo la píldora del día siguiente el número de unidades distribuidas en hospitales y farmacias pasó de 160.000 en 2001 a 506.000 en 2005. Al mismo tiempo, el número de abortos creció un 45%, y los practicados en menores de 19 años han seguido aumentando hasta alcanzar el 13,7% del total de abortos en 2006.
Los que no plantean más remedio que la anticoncepción vuelven a repetir que falta educación sexual y que hay que facilitar el acceso a los anticonceptivos, especialmente la píldora del día siguiente. Estas propuestas demuestran que hay quien se empeña en ir, cuando otros ya están de vuelta, como Inglaterra, cuya ley del aborto data de 1967 y que tuvo 193.700 abortos en 2006.

Inglaterra reconoce el fracaso

Cada día, veinte menores de dieciséis años quedan embarazadas en Inglaterra y Gales. Según los datos de 2005, los últimos disponibles, el total era un 4% más que el año anterior. Casi 50.000 menores de 18 años engendran cada año. Son cifras que se conocían en términos globales (ver Aceprensa 24/07), pero que un informe del Sistema Nacional de Salud desglosa y analiza ahora con sombrías conclusiones. Por primera vez, miembros del gobierno laborista reconocen oficialmente el fracaso del programa de educación sexual emprendido en 1999.
La iniciativa, en la que se han gastado 150 millones de libras (200 millones de euros), buscaba reducir los embarazos de adolescentes a la mitad en 2010. La campaña se ha basado en facilitar el acceso a la anticoncepción y a la píldora del día siguiente, incluso sin consentimiento paterno. Hasta ahora solo una enfermera en la escuela podía ofrecerlas en esas condiciones, pero el gobierno quiere ir más allá y que los menores de 16 puedan acceder a ellas también en las farmacias.
Los resultados, una vez llegados al ecuador del programa –reconoce el informe–, son desoladores. Gran Bretaña tiene el índice de embarazos de adolescentes más alto de Europa occidental: el triple que en Francia, cuatro veces el italiano o seis veces el de Holanda. Los embarazos en menores de 18 años han aumentado un 1,3% en esos cinco años. Sin embargo, puesto que hay más población adolescente ahora, el dato supone un descenso del 11% en la tasa; lo que, según ha subrayado el gobierno, es el mejor dato en dos décadas. A la vez, crece el número de estos embarazos que terminan en aborto: el 47% de los embarazos de jóvenes de 16 y 17 años, el 58% en el caso de las menores de 16 años; 5 puntos más que el año anterior en ambos casos.
Los datos muestran que “la pobreza, los índices de rupturas familiares y la religión parecen tener más efecto en la tasa de embarazos adolescentes que políticas más directas como la educación sexual o el fácil acceso a la planificación familiar”, según David Paton, economista de la Nottingham University Bussiness School, citado por el DailyTelegraph (3-01-2008). Paton cree que “ahora hay una aplastante evidencia” de que las políticas del gobierno “sencillamente no son efectivas para frenar” los embarazos adolescentes.

¿Educación o sexualización?
Norman Wells, de la organización Family Education Trust, ha criticado a los diputados por “la eliminación sistemática de toda restricción que solía actuar como traba para el sexo adolescente”. Anna Atkins, escritora y periodista, comentarista habitual de The Guardian, cree que el énfasis en educación sexual y anticoncepción está transmitiendo el mensaje de que el sexo en la adolescencia es inevitable: “Puede que el mensaje pretenda ser ‘cuando tengas relaciones sexuales, usa condón’, pero lo que los jóvenes oyen es solo la primera parte”. La oposición conservadora considera que las políticas del gobierno son “soluciones estatalistas” y dice que “lo que necesitamos realmente es que organizaciones familiares, comunidades locales y el voluntariado trabajen juntos en estos problemas”.
El debate lleva vivo un mes, después de que un grupo de diputados, periodistas y personajes célebres en el Reino Unido publicase una carta en The Times, pidiendo mayor acceso a los anticonceptivos, y más educación sexual en las escuelas para frenar los embarazos adolescentes. El columnista Tom Utley comentaba agudamente la iniciativa en el Daily Mail (6-12-2007): “¿Esperan de verdad que creamos que en la Gran Bretaña moderna los adolescentes contraen enfermedades venéreas y quedan embarazadas porque no saben la causa de estas cosas o cómo prevenirlas? ¿Nunca han estado con un adolescente británico, han abierto una revista para adolescentes o han echado un vistazo al tipo de programas que los más jóvenes ven?”.
Utley recuerda que “la educación sexual es ya una parte obligatoria del currículo” entre los 11 y los 16 años en las escuelas estatales. Habla desde la experiencia personal con un hijo adolescente y la cantidad de tiempo que dedican en el horario escolar a información sexual, algunas veces, además, con pésimo gusto. Se pregunta si “no es curioso que los índices de embarazos adolescentes se hayan disparado desde que las escuelas comenzaron a dedicar días enteros a educación sexual”.
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(1) Se puede ver los datos de abortos en España, 2006, en la web del Ministerio de Sanidad.

lunes, 7 de enero de 2008

Persépolis

Leo este artículo en la edición de La Vanguardia on line de hoy.


Un cómic saca a la luz a las mujeres que en el mundo árabe se rebelan contra el velo
La obra se llama 'Persépolis', también convertida en película, y su autora es la francoiraní Marjane Satrapi

Cómics y películas animadas se perfilan como eficientes soportes para desgranar historias con inevitable denuncia feminista. Si en Japón triunfan las viñetas de Hataraki Man,cuya heroína lucha por lograr el reconocimiento laboral en una cultura empresarial dominada por hombres, en Europa lo hace Persépolis,el célebre cómic autobiográfico de la francoiraní Marjane Satrapi (Rasht, Irán, 1969), cuya versión cinematográfica introduce al gran público en un nuevo enfoque del debate sobre el velo, sacando a la luz la cotidianidad de las mujeres que se rebelan contra la obligación de llevarlo.

"Persépolis nos permite cambiar nuestra perspectiva respecto a ciertos radicalismos, como la visión que tenemos de los musulmanes, que parece que todos tengan que ser integristas, y también respecto al velo: nos recuerda que no todas lo llevan y que no en todos esos países se ha llevado siempre". Quien así habla es Anna Guerrero, presidenta en Barcelona de la organización francesa Ni Putes ni Submises. Se refiere a esa visión de una familia liberal y culta iraní que resiste frente al sha para verle luego sustituido por Jomeini.

"Tengo la sensación - prosigue Guerrero- de que en nuestro país la gente no sabe que en el mundo árabe hay lucha feminista. Una estudiante me consultó para un trabajo de investigación y se sorprendió cuando le dije que allí existen movimientos contrarios al velo. Eso es lo positivo de Persépolis:nos recuerda que en Irán las mujeres no lo llevaban durante muchos años y que fue la revolución la que les obligó a ponérselo".

La historieta narra cómo Marjane trata desde su niñez de conquistar espacios de libertad en un Irán convertido en República Islámica. Su mirada feminista es tranquila y honesta: sencillamente, algo no encaja en aquella sociedad. "El velo nos hace libres - les dice en una viñeta a sus alumnas la maestra de Marjane-, nos preserva de la mirada de los hombres".

Treinta mil ejemplares vendidos en Francia en sólo un año y todo un best seller entre la juventud de Catalunya, el cómic transmite desde la primera viñeta la idea de que hay lugar para la resistencia. La adaptación en dibujos al cine - encumbrada en Cannes y designada por Francia como aspirante al Oscar- esparce esa misma idea sobre un público más amplio. Persépolis ha sido uno de los productos inusuales de la cartelera navideña; pronto saldrá en DVD y los pósters arrasan en las tiendas. ¿La clave? La lucidez de Marjane, que se mueve en un mundo dual, entre guardianes de la revolución que la increpan durante su inquieta pubertad - "no puedes correr, se te mueve el culo de manera impropia"- y un mercado negro de alcohol, fiestas privadas y pop que se vende a susurros por discretas esquinas: Estivi Vonder,Bee Jees,Julio Iglesias, Pink Floyd, Jickael Mackson...

A la discusión en Occidente sobre el velo le convenía cierta dosis de realidad procedente de los países islámicos para poder observar que no todo pivota entre una debida tolerancia hacia las musulmanas que quieren llevarlo y la necesidad de garantizar espacios libres de signos religiosos: se trata también de proporcionar a las mujeres la posibilidad de romper con sus supuestas obligaciones de decencia. La Vanguardia ha contrastado el mensaje de Persépolis con la profesora de estudios árabes e islámicos Dolors Bramon, quien alaba de la historieta que "refleja cómo algo como el velo puede imponerse de forma estúpida".

En Ser dona i musulmana (Cruïlla, 2007) Bramon analiza la situación de las mujeres en las tradiciones islámicas y concluye que la palabra de Dios según el Alto Corán era en el siglo VII revolucionaria: ¡reconocía por primera vez que la mujer también tenía alma! Sin embargo, el texto estuvo sujeto a interpretaciones patriarcales, de ahí la supuesta obligación del velo.

"El velo - asegura Bramon- no es religión, es básicamente cultura, y últimamente reacción contra una avasalladora cultura occidental respecto a la inmigración. Estoy preocupada porque aumenta su uso y es difícil hacer cambiar de opinión a quien quiere ponérselo". Contraria a prohibirlo, Bramon recuerda que en países árabes, muchas abuelas y madres que no lo habían llevado en su vida empiezan a verlo en sus nietas e hijas. "Lo he visto en Jordania, donde pasé el verano del 80", asegura.

Si en los años 50 las jóvenes marroquíes, argelinas y tunecinas lo habían abandonado casi por completo, la caída del muro acentuó las diferencias con la religión y la cultura islámicas, lo que originó, señala Bramon, una doble reacción: la reivindicación de sus tradiciones y de su condición religiosa por medio del velo y un rechazo a la imposición de los modelos de la cultura occidental. "En Barcelona y Madrid se ven unos tapamientos... - advierte-; y también lo fomentan las comunidades islámicas. Hay rumores fundados de que existen premios en metálico para las familias de las que van tapadas. ¡Eso no es libertad!".

Al final de sus clases, esta doctora en Filología Semítica felicita a las musulmanas por no llevar el velo. No las puede distinguir del resto de las universitarias, pero le constan en su lista. En su opinión, las inmigrantes se lo quitarán a medida que se culturicen. "Leerán el Corán con un criterio propio y verán que no están obligadas.

domingo, 6 de enero de 2008

La violencia en Kenia tras las elecciones

En un informe de Aceprensa de fecha 4 de enero, el autor hace una explicación de la situación actual de Kenia tras las elecciones. Todo un país, ejemplo de independencia relativamente pacífica, está ahora pendiente de un hilo. Me ha llamado la atención lo que dice el escritor del informe en cuanto a que la mayoría de las cabezas de familia de los suburbios son mujeres solas. También me golpeó la noticia de las víctimas, mujeres y niños, que fueron incendiadas en el interior de una iglesia. Desconozco la situación y tal vez, estas lineas puedan arrojar un poco de luz. Eso espero.



Firmado por Martyn Drakard
Fecha: 4 Enero 2008

Nairobi. Kibera, el más grande de los barrios bajos de Nairobi, hogar de casi un millón de personas, sirvió de fondo ambiental para El jardinero fiel, la película que trata de la experimentación fraudulenta de productos farmacéuticos en países en vías de desarrollo. El mismo Kibera vuelve a aparecer en las pantallas. Esta vez la acción es real y mortífera. Quizás algunos de los extras de la película empuñan ahora machetes en esta explosión de violencia, secuela de lo que se considera como una elección presidencial robada.

¿Es Kenia otra Ruanda en ciernes? ¿Tiene la violencia orígenes puramente étnicos?

Las circunstancias de Ruanda eran distintas. Existían allí dos grupos étnicos principales, y la minoría, que había sido favorecida por los poderes coloniales, dominaba a la mayoría. Durante mucho tiempo se habían ido acumulando los motivos de queja; la venganza había sido planificada y la radio se había encargado de difundir el odio étnico. Las infraestructuras –carreteras, comunicaciones– eran escasas y Ruanda carecía de valor estratégico, ya fuera geopolítico o económico. La mayoría de las personas cultas de Occidente jamás habían oído hablar de ella, y al mundo occidental, lisa y llanamente, no le interesaba.

El caso de Kenia es diferente. El país ha disfrutado de una paz relativa desde 1963. Cuenta con una población bien educada y políticamente madura, y es un centro de negocios y comunicaciones. Demasiada gente tiene demasiado que perder si Kenia es víctima de una implosión. El presidente Mwai Kibaki, de 76 años, ha ocupado el poder durante los últimos cinco años. Él y la mayoría de sus más próximos asesores son kikuyus, el mayor grupo étnico de Kenia. Son personas emprendedoras y laboriosas que dan gran importancia a la tierra. Ellos combatieron por la tierra contra los británicos en la rebelión del Mau Mau que condujo a la independencia.

La tierra es una cuestión de gran importancia en Kenia, como en la mayor parte de África. La posesión de la tierra provoca una codicia desmedida, que se traduce en la expulsión de los pobres y crea muchos ocupantes ilegales; ha dado lugar a disputas a medida que la población de África crece en regiones cuya meteorología es impredecible, e innumerables conflictos sobre la tierra permanecen sin resolver.

Los luos, marginados del poder

El otro candidato a la presidencia, Raila Odinga, de 62 años, es un luo, hijo de Jaramogi Odinga, el primer vicepresidente de Kenia, a quien el presidente Jomo Kenyatta, kikuyu, destituyó pronto. Los luos son un pueblo franco y sin miedo, con un fuerte sentido de la justicia, que dominan el ámbito académico de Kenia. Su región está cerca del lago Victoria y es menos fértil; también sienten menos inclinación hacia las actividades agropecuarias y muchos han emigrado a las ciudades en busca de trabajo. Los luos son nilóticos y poseen una fuerte cultura de solidaridad; los kikuyus son más individualistas.

Los luos nunca han catado el poder en Kenia. Políticamente, siempre se han sentido marginados. Su parte del país está mucho menos desarrollada. En 1969, Kenyatta viajó a Kisumu, la capital de los luos, para inaugurar un hospital financiado por la Unión Soviética y también para reprender a Jaramogi Odinga, que había formado un partido opositor. Acto seguido, estalló la tensión; la policía disparó a la multitud y mató a varios transeúntes. A lo largo de los años, dos destacados ministros luos, Tom Mboya y Robert Ouko, fueron asesinados, sin que sus muertes fueran jamás debidamente esclarecidas. Los agravios se han ido acumulando y la insatisfacción, creciendo.

Se esperaba que Raila ganase esta elección presidencial, según las encuestas previas a la votación. Los jóvenes luos desempleados vieron que Raila rozaba la victoria y sus esperanzas aumentaron. Pero el fraude electoral cambió su estado de ánimo llenándoles de desesperación y furia. Sin nada que perder, dieron rienda suelta a su fiasco precipitándose a la violencia, liberando sentimientos reprimidos, uno de los cuales era el cinismo provocado por la certeza de no poder confiar en nadie que ocupe el gobierno ni en sistema político alguno.

La escritora y periodista Michela Wrong (In the Footsteps of Mr Kurtz) opina que el verdadero motivo no es de orden étnico, sino la brecha que separa a los ricos de los pobres haciendo que éstos se sientan desamparados (Al-Jazeera News, 2-01-2008). Un misionero comboniano, Daniele Moschetti, que ha estado trabajando durante los últimos quince años en Korogocho, uno de los barrios extremos más difíciles de Nairobi, declaró a Reuters(31-12-2007): “Ésta es una guerra de los pobres… La identidad étnica que se ha politizado durante la campaña electoral se está convirtiendo en odio ahora que los kenianos tienen la sensación de que la democracia les ha fallado”. El propio Moschetti ha sido atacado varias veces por los mismos jovencísimos matones que corren en busca de su ayuda cuando uno de ellos está muriendo.

Los barrios bajos, olvidados

Kenia ya ha superado a Brasil como el país con la mayor diferencia entre los muy ricos y los muy pobres. Los sucesivos gobiernos han ignorado a esta gente. Quienes habitan en los barrios bajos –y “barrios bajos” significa chozas con “paredes” de polietileno, albañales a la intemperie, carencia de agua corriente, mugrientos callejones, constante quema de basuras, inseguridad– constituyen, quizás, el 55% de la población de Nairobi. La mayoría sobrevive con una sola comida al día. Gracias a la educación primaria gratuita, muchos de los niños van ahora a la escuela; otros muchos todavía no van sino que trabajan para sus madres, ya que a la cabeza de la mayoría de los hogares de los barrios bajos se encuentra una mujer sola.

Estas personas han sido abandonadas; sólo han oído la retórica política durante el periodo previo a las elecciones. Éste es su mensaje: nos habéis ignorado durante cinco años; ahora os vais a enterar.

El resto de África también sigue de cerca los acontecimientos de Kenia. Si el presidente Kibaki se sale con la suya, ¿qué ejemplo dará a otros dirigentes que podrían estar pensando en hacer exactamente lo mismo? Y ¿qué esperanza de gobierno democrático queda para los pueblos de África que han puesto su mirada en Kenia, viéndola como un modelo?

sábado, 5 de enero de 2008

Aborto en España

En el periódico La Vanguardia, han publicado hoy unas cifras alarmantes sobre el aborto en España. Se hace eco de la necesidad de que los jóvenes alcancen una mayor educación en temas de sexualidad. Bien, pero siempre que ese mayor conocimiento no incida en un aliento a practicar el sexo en épocas tempranas. ¿No sería más efeicaz educar desde el conocimiento de la vida? El video que cuelgo a continuación es un resumen de imágenes del desarrollo de un niño en el seno de su madre. Pienso que vale la pena verlo porque compruebas la belleza de la vida desde sus comienzos: el niño juega, sonríe, chupa, mira "a la cámara", ... Si hubiera una mayor conciencia de esas vidas escondidas, ...