viernes, 12 de diciembre de 2008

Olga Bejano, la pentapléjica más longeva del mundo, muere por parada cardiorrespiratoria


‘Los garabatos de Dios’, su último libro publicado, es una lúcida reflexión sobre la capacidad de superación de las personas y un sí a la vida

La riojana Olga Bejano, pentapléjica durante más de 20 años, murió en la madrugada del pasado 5 de diciembre debido a una parada cardiorrespiratoria. Era la pentapléjica más longeva del mundo y padecía una fuerte neumonía desde hacía varios días, complicada con una fiebre muy alta.

Según explicó a la editorial que publicó sus libros, LibrosLibres, la enfermera que la atendió hasta el último día, esa fue la causa que precipitó de forma irreversible su fallecimiento.

Olga contrajo en 1987 una enfermedad neuromuscular que terminó paralizando la práctica totalidad de su cuerpo. Desde entonces no pudo hablar, ni ver, respiraba artificialmente y se alimentaba a través de una sonda.

Sin embargo, encontró un método para comunicarse con el mundo: haciendo unos garabatos aparentemente incomprensibles con los impulsos de su rodilla, que sus distintas enfermeras aprendieron a traducir lentamente al abecedario.

Gracias a este original sistema, Olga había publicado con gran éxito tres libros: Voz de Papel, Alma de color salmón y Los Garabatos de Dios, todos ellos editados por LibrosLibres.

Los Garabatos de Dios
Su último libro, precisamente, era una lúcida reflexión sobre la grandeza y los límites del ser humano y, especialmente, sobre la capacidad de superación de las personas. Actualmente se encontraba escribiendo su cuarto libro, titulado Alas Rotas.

“Cada día que comienza tengo nuevos sufrimientos, pero no importa estoy convencida de que la vida vale la pena [...] Inevitablemente el dolor te conecta con Dios, ¿quieres saber por qué?”, escribió en la presentación de Los Garabatos de Dios a través de un vídeo que se puede ver en YouTube:



Vivir al límite

“Todos sabemos que lo peor de una enfermedad incurable es el principio y el final. Mi sprint final, por mucho motivos, me está resultando muy difícil, por eso pido oraciones en abundancia. Siempre os estaré agradecida porque habéis sido un estímulo para seguir viviendo al límite de lo imposible”, explicaba Olga Bejano en la última entrevista que concedió.

En los últimos tiempos, Olga había protestado públicamente por una disputa político-administrativa en el Gobierno de la Rioja que le impedía contar con una enfermera todos los días y le obligaba a estar en cama la mayor parte del tiempo. Por ese motivo, la autora había decidido devolver la Medalla de Oro de La Rioja, que le había sido concedida hacía diez años.

A Ramón Sanpedro: “¿Por qué no luchas?”

Olga Bejano comenzó a ser más conocida cuando, hace cuatro años, la película Mar Adentro, protagonizada por Javier Bardem en el papel del pentapléjico Ramón Sampedro, consagró la eutanasia como forma de acabar con el sufrimiento y lo quiso elevar a la categoría de “derecho humano”.

Gracias a la película se supo que Olga y Ramón habían mantenido breve correspondencia, hecho que también había contado Olga en su segundo libro, Alma de color salmón.

En él, la autora relataba: “Ramón me dijo que no podía entender cómo en esas condiciones yo quería seguir viviendo; le respondí que tenía tantas ganas o más que él de irme. Al contrario que él, yo sí era creyente y quería que Dios decidiera cuál era mi día y mi hora, mientras tanto lucharía por conseguir la asistencia que necesito”.

“Le propuse ¿por qué en vez de luchar para morir no luchas para vivir? ¿Por qué no luchas por conseguir una vida independiente, personal que te cuide, una silla eléctrica que te lleve de paseo, un ordenador que puedas usar con la voz? Yo nunca diré sí o no a la eutanasia, daré testimonio con mi vida, los hechos son lo único que cuenta”, añadía.

En la última entrevista que concedió con motivo de la publicación de Los Garabatos de Dios, a finales de 2007, Olga decía lo siguiente: “En este libro explico cómo el Señor me ha ido enviando a lo largo de estos veinte años porciones de conocimiento y sabiduría. Estos maravillosos regalos, eslabones de una misteriosa cadena, me han permitido abrir mi mente, madurar y crecer espiritualmente”.

“Al principio no era consciente de lo que el Señor estaba haciendo conmigo y, ante la aparición de los regalos divinos, decía lo que casi todos los mortales: ‘¡Qué casualidad, qué coincidencia!’. Hasta que, poco a poco, me fui dando cuenta de que todas esas casualidades y coincidencias no eran tales, y que todas, toditas, todas venían del Cielo. El Cielo hace las cosas más grandes de la manera más sencilla y todos sentimos cuándo un sueño es diferente”.

1 comentario:

JORGE dijo...

Este es un testimoni vivo de lo que decía Juan Pablo II (PRONTO SANTO): "pARA ALGUNOS, LOS MOMENTOS DE SUFRIMIENTO HAN SIDO LOS MÁS TRASCENDENTALES DE SUS VIDAS".

Gracias y bendiciones